Domingo, 19 de Noviembre; madrugada...
Guiados por la buena primera impresión de la visita anterior, Rómulo y Remo volvieron a Cappi Club. Cometiendo el primer gran error de hacer presencia antes de la hora decisiva entre una noche amena y jolgoriosa y una noche de amargos.
1 AM...
El ambiente es vacilantemente prometedor; varias mesas inclinadas a la femeneidad y un constante ingreso de nuevos clientes. Pasados un par de minutos, sube al escenario un grupo de 3 humanos sin mucha visión estética (inclusive que lo diga yo). Los primeros uno o dos temas; del período 90's finales de los 80's... podía mejorar... pero no, nada podía ser tan bueno, las épocas empezaron a involucionar hasta estancarse en temas de ACDC y Credence...
Como era de esperarse, el rango etario del lugar empezó a envejecer, los mercados objetivos de nuestra edad, sabiamente decidieron a abandonar el recinto poco a poco; la media de edad pasó a ser de veinte a veinticino, a de treinta a cuarentaycinco. Tuvimos fé en que este maldito grupejo de pseudo músicos (el vocalista, de vocalista tenía poco) fueran expulsados del escenario, pero no. Solo bajaron un par de minutos, y volvieron a subir.
La orgía de deseos de horizontalidad ocultos en insinuaciones verticales (baile) empezó bordeando las cuatro de la mañana (en capítulos anteriores, a estas alturas llevabamos más de una hora controlando los movimientos de alguna inocente criatura). Había la mitad de gente que en otra ocación y solo habían dos parejas de mujeres bailando solas (que sean menores de treinta años...). Antes de que pudieramos tomar la desición de ir en busca de algunas, un par de veintisietonas se nos acercó y se pusieron a bailar cerca nuestro, teniendo toda la fé del mundo en que a nosotros nos gustaba ese macabro espectáculo. Una de ellas (no fea, pero si bastante D.D.), intentó intercambiar frases con Rómulo, pero mucha atención no ganó...
Rómulo y Remo se acercaron carnívoramente a una pareja de mujeres (una de ellas bastante prometedora, dentro de las opciones existentes), Remo les arrojó un gesto de oferta para unirnos a la danza, pero se miraron, y pusieron cara de "mejor no, esperemos algo mejor aún". Volvimos a nuestros puestos de vigilancia, Rómulo las miraba sonriente, sintiendose psicóticamente victorioso al ver sus caras ahora de "puta que las cagamos, vuelvan por favor!"; pero obviamente no volvimos como grandes estúpidos, o vuelven de rodillas a pagarnos con carne y sangre su arrogancia o se quedan bailando solas con cara de arrepentimiento (lo que diligentemente cumplieron).
Dos pares de caníbales intentaron lo mismo, pero ellas solo dijeron no con cara "no, nosotras vamos a bailar con otros", nosotros solo disfrutamos el hilarante momento. Minutos después vimos a otras dos, no eran los ejemplares más impactantes del planeta, pero para no aburrirse y dibujar un par de caras de esperanzas en rostros femeninos no estaban mal. Nos acercarmos, pero su amiguiismo' y sus otros cuatro amigos no permitieron que hicieramos más que seguir caminando como si ninguna intención hubiesemos tenido... era de esperarse.
La verdad más que eso no pasó, el ambiente ya había sido estropeado brutalmente por aquellos detestables humanos cuasi músicos.
Saliendo del desepcionante lugar aquel, iniciamos camino de regreso a nuestras moradas...
Unos minutos más adelante, un extraño especímen de metro sesenta se nos acercó a pedir un cigarro (ya con uno en la mano...), comunicamos en lenguaje humano que no poseíamos hierbas procesadas aquellas y en un atrevido movimiento sin mucho control, osó hacer contacto con su mano en mi hombro, intentando seguramente lo que se llama "empujar"; ya sin mucha buena disposición, giré en 160 grados para verle la cara y volí a repetir exclamatoriamente que no tenía los putos cigarros, aproveché de girar la mirada un poco más para mirar la vereda de en frente y divisé a cinco o seis engendros similares observando y disponiéndose a hacer algo más, por lo que mi sentido común solo me dijo "déjalo, sigue caminando, no importa". Pero la escoria con ojos aquella hizo algo más; levantó lentamente una pierna, sin mucha flexibilidad, hasta un metro o un metro diez del suelo en dirección mía, mis reflejos (que alguna vez en mi vida tuvieron un par de meses de entrenamiento) guiaron mi mano hacia atrás para intentar aferrar la pierna y enviarlo directamente a piso, pero cuando lancé la mano me dí cuenta que el pié estaba a más de un metro de mi cuerpo (todavía estoy pensando si eso fué un intento de patada o no). Habiendo entendido que mucho sentido no tenía, el confrontar dos hombres de cerca de metro ochenta con nociones de combate, contra un pequeño ejemplar maipucino, no en sus totales capacidades mentales, preferí seguir caminando y cambiar el tema, no merecía más que eso...
En fin, hubieron más eventos intercalados, pero esta patética noche (que ni grandes mujeres, ni grandes gestas ofreció...) no merece más pixeles en este honroso blog.
Remo.
19 noviembre 2006
14 noviembre 2006
Sentinelas Cappi Club
Sábado 11 de Noviembre, 2006
Primera salida oficial de Odin, Zeuz y Ra, con Jeová como invitado y posible futuro integrante de la manada.
Luego de descartar a Villanos como terreno de caza, nos encontramos con "Cappi Club", lugar que solo Ra conocía; no estaba mal, no cobraban entrada... era caro todo, pero lo valía.
Primero nos instalamos cerca de la salida (por cualquier posible emergencia, podría caer un asteroide al edificio o cualquier cosa). A dos mesas de distancia nos fijamos en una mesa compuesta por un invasor y siete féminas, con una proporción de comestibilidad de 3/4 aprox. y 4/4 si contabamos a la novia. Se nos adelantaron y cantaron un cumpleañosfeliz a una de las siluetas antes de nosotros cantar el respectivo a Ra. Posiblemente ese fué el minuto en que advirtieron nuestra hambrienta presencia. Pasadas algunas decenas de minutos, la gran mayoría de humanas huyeron a sus moradas mientras dos o tres de las restantes se lanzaron al terreno de danza como buenos blancos.
Ya habiendo llenado nuestros estanques etílicos respectivos, nos preparamos y nos acercamos al campo abierto de la pista. Las primeras siluetas curveadas posibles que se nos acercaron inocentemente fueron abordadas por Jeová, pero no dudaron en rechazar la oferta.
Seguido a esto, Jeová y Zeuz se adentraron a la gran masa danzante a probar suerte, pero volvieron con el rabo entre las piernas (largos tiempos de sedentarismo tenían atrofiados nuestros dientes). Minutos más tarde divisamos un grupo de cuatro mujeres indefensas; no óptimos especímenes, pero lo suficiente para botar un poco de óxido. Jeová encabezó el equipo, seguido por Ra y Odín; Zeuz se mantuvo en su puesto de vigilancia.
Como era de esperar, aceptaron la oferta y nos unimos con miradas inocentes al grupo. En ese momento nos dimos cuenta que solas no estaban; estaban acompañadas por cuatro personas más, incluyendo un hombre resguardando la integridad de sus acompañantes.
Debido a una cruel vuelta del destino, o quizá una inconciente maquinación de Odín, Ra sacrificó su oportunidad y mantuvo ocupada a la víctima menos prometedora. Odin lo siguió con la silueta promedio, y Jeová gastó parte de su suerte con la más influyente... pero duró menos de un par de minutos antes de ser rechazado y enviado de vuelta con Zeuz, que según parece había previsto la situación.
Mientras Ra y Odin nos mantuvimos en nuestros lugares; Ra sacrificando su orgullo altruistamente, y Odin dejándose querer por su aparente víctima, que mucha resistencia no mostró, Zeuz y Jeová continuaron probando suerte con otros objetivos; en un principio sin mucha suerte. Pero finalmente, según informes posteriores, Zeuz aferró sus garras a una posible victima, pero sin continuar con mucha suerte hasta que la aparente inocencia que lo afrontaba dio un vuelco a la subtrama alegando incompatibilidad sexual si fundamento alguno. Jeová por su parte recibió seguidos rechazos hasta donde mi información me permite constatar.
Finalmente Ra abortó su misión suicida con una sabia maniobra de distracción y evasión.
Y finalmente Odin condujo a su propiedad temporal hacia una mesa apartada para intercambiar puñados de palabras, pero sin grandes intenciones; lo suficiente para volver a activar sus instintos caníbales y preparar orgullo y prestancia para futuras ocaciones.
Odín
Primera salida oficial de Odin, Zeuz y Ra, con Jeová como invitado y posible futuro integrante de la manada.
Luego de descartar a Villanos como terreno de caza, nos encontramos con "Cappi Club", lugar que solo Ra conocía; no estaba mal, no cobraban entrada... era caro todo, pero lo valía.
Primero nos instalamos cerca de la salida (por cualquier posible emergencia, podría caer un asteroide al edificio o cualquier cosa). A dos mesas de distancia nos fijamos en una mesa compuesta por un invasor y siete féminas, con una proporción de comestibilidad de 3/4 aprox. y 4/4 si contabamos a la novia. Se nos adelantaron y cantaron un cumpleañosfeliz a una de las siluetas antes de nosotros cantar el respectivo a Ra. Posiblemente ese fué el minuto en que advirtieron nuestra hambrienta presencia. Pasadas algunas decenas de minutos, la gran mayoría de humanas huyeron a sus moradas mientras dos o tres de las restantes se lanzaron al terreno de danza como buenos blancos.
Ya habiendo llenado nuestros estanques etílicos respectivos, nos preparamos y nos acercamos al campo abierto de la pista. Las primeras siluetas curveadas posibles que se nos acercaron inocentemente fueron abordadas por Jeová, pero no dudaron en rechazar la oferta.
Seguido a esto, Jeová y Zeuz se adentraron a la gran masa danzante a probar suerte, pero volvieron con el rabo entre las piernas (largos tiempos de sedentarismo tenían atrofiados nuestros dientes). Minutos más tarde divisamos un grupo de cuatro mujeres indefensas; no óptimos especímenes, pero lo suficiente para botar un poco de óxido. Jeová encabezó el equipo, seguido por Ra y Odín; Zeuz se mantuvo en su puesto de vigilancia.
Como era de esperar, aceptaron la oferta y nos unimos con miradas inocentes al grupo. En ese momento nos dimos cuenta que solas no estaban; estaban acompañadas por cuatro personas más, incluyendo un hombre resguardando la integridad de sus acompañantes.
Debido a una cruel vuelta del destino, o quizá una inconciente maquinación de Odín, Ra sacrificó su oportunidad y mantuvo ocupada a la víctima menos prometedora. Odin lo siguió con la silueta promedio, y Jeová gastó parte de su suerte con la más influyente... pero duró menos de un par de minutos antes de ser rechazado y enviado de vuelta con Zeuz, que según parece había previsto la situación.
Mientras Ra y Odin nos mantuvimos en nuestros lugares; Ra sacrificando su orgullo altruistamente, y Odin dejándose querer por su aparente víctima, que mucha resistencia no mostró, Zeuz y Jeová continuaron probando suerte con otros objetivos; en un principio sin mucha suerte. Pero finalmente, según informes posteriores, Zeuz aferró sus garras a una posible victima, pero sin continuar con mucha suerte hasta que la aparente inocencia que lo afrontaba dio un vuelco a la subtrama alegando incompatibilidad sexual si fundamento alguno. Jeová por su parte recibió seguidos rechazos hasta donde mi información me permite constatar.
Finalmente Ra abortó su misión suicida con una sabia maniobra de distracción y evasión.
Y finalmente Odin condujo a su propiedad temporal hacia una mesa apartada para intercambiar puñados de palabras, pero sin grandes intenciones; lo suficiente para volver a activar sus instintos caníbales y preparar orgullo y prestancia para futuras ocaciones.
Odín
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)